Texto y Fotografías: Luis Brock
Está crónica es patrocinada por
los mejores amigos que hay (los míos) y que no aceptan un “no iré” por
respuesta, a todos ellos, gracias:
Con cámara en mano y mis amigos
inició mi día en el Festival Corona Capital 2013,todo empezó con Capital Cities,
la sorpresa más agradable del festival para mi gusto, y es que pararse a tocar
sabiendo que la mayoría de los asistentes va a escuchar solo una de tus
canciones no debe ser fácil, pero sin duda, mostraron a muchos que son más que
un hit en la radio y con un muy buen sonido en vivo pusieron a bailar a todo el
público con canciones de su álbum”In a Tidal Of Wave Mistery” y algunos covers
entre ellos “Stayin Alive” de los Bee Gees. En ese momento mi cámara sentía la
libertad de moverse y tomar todo a su alcance.
Después de ver una propuesta como
la anterior, quise dar un viaje en el tiempo y me dirigí a Stereophonics, ya
ahí mis amigos estaban regados por todo el territorio. Guitarrazos, una batería
dura y un show sencillo, digno de una banda que tiene experiencia en
festivales, una agrupación que sigue en lo suyo, en hacer rock del clásico y
que a muchos nos dejó contentos por el show, y algunas fotos que pude tomarles,
aunque el calor empezó a hacer de las suyas y algunos optamos por sentarnos a
descansar y prepararnos para lo que seguía.
Con un ligero retraso, una breve
música clásica como introducción, las primeras notas de “Cousins” y con un
público entregado desde ese momento, comenzó el show de Ezra Coening y
compañía. Vampire Weekend recorrió sus tres discos de manera perfecta,
canciones que marcaron una generación de personas fueron coreadas y bailadas en
todo momento, quizá exagero con decir que una generación, pero quien no coreó
“A-Punk” hace algunos años. En esos instantes fue más difícil tomar fotos, pues
era imposible resistirse a esos ritmos y a los brincos que surgían de todos
lados
Vampire Weekend es de esas bandas
que tienen una lista enorme de buenas canciones y aunque no sonaron temas que
hubiéramos querido escuchar algunos, tocaron lo justo para llegarle a los
asistentes y dar lo que seguramente será recordado como los mejores actos de
esta edición.
Lo siguiente fue elegir entre
Artic Monkeys y Sigur Rós y como en esta ocasión iba en plan de ver bandas que
comúnmente no veo, elegí a los islandeses y con esa decisión mi “independencia”
de mis acompañantes, pues decidieron dejarme solo en esa misión, así que
emprendí camino, no sin antes dejarme llevar por los beats que tocó Jamie XX,
que seguramente prendió más que el día anterior con The XX.
Mientras hacía el recorrido a
Sigur Rós, a lo lejos se escuchaban los gritos de bienvenida a la banda liderada por
Alex Turner, en mi cabeza pasaba un ligero síntoma de arrepentimiento de no
quedarme a verlos, pero seguí mi camino, esperaba encontrarme un escenario
medianamente lleno para ver a la banda de post-rock y mi grata sorpresa fue que no era el
único que deseaba ver algo diferente, pues lucía bastante colmado de asistentes
el escenario.
Comenzó el show y de repente en
alguna canción, solo éramos mi cámara, yo y la música de Sigur Rós. No soy fan,
no conozco su discografía y menos los nombres de sus canciones, pero estuve una
hora entera en un muy buen viaje sonoro, con la asombrosa voz de su vocalista
que a más de uno saco suspiros y seguramente a los más fans una que otra
lagrima, que decir de los visuales que traían, complementaban éste viaje,
además de las luces sobre el escenario que le daba un toque especial y que me
permitieron sacar una foto que me gusto bastante y ¿ya mencione la voz de su
vocalista?
Podría seguir está crónica con lo
que pasó con Grimes y Giorgio, pero eso ya no importa, me quedo con ese momento
cursi entre mi cámara y yo, y el sentirme afortunado de ver un show así en el
que fans y no tan fans disfrutaron un muy buen acto en vivo. Sobre todo me
quedó con un sabor agradable, pues muchos aprovechamos el festival para conocer
bandas y emocionarnos por las de antaño. Agradezco las excelentes compañías que
tuve, pero de ahora en adelante, le dedicaré seguro un acto a la mejor compañía
que hay en el mundo, mi cámara.
